1. La procrastinación
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Sabemos que vuestros hijos/as dedican horas a estudiar, que le ponen ganas (o al menos casi siempre) y que el objetivo de esa nota perfecta o de esa plaza en la universidad de sus sueños lo tiene siempre en mente. Pero, ¿y si te dijéramos que a veces, sin darte cuenta, estás cometiendo errores que poco a poco te van alejando de esas metas?
No te preocupes, es súper común. En Personal Campus hemos identificado 5 malos hábitos de estudio que vemos que se repiten una y otra vez, y lo mejor de todo es que tienen solución. Identifica cuál es el de tu hijo/a y prepárate para transformar su manera de estudiar.
5 malos hábitos de estudio
1. La procrastinación
El clásico «ya lo haré mañana», que nunca llega…
Dejar las tareas, los repasos y el estudio para el último momento lleva a noches sin dormir, estrés máximo y una calidad de estudio bajísima. Crees que trabajas mejor bajo presión, pero la verdad es que simplemente trabajas bajo presión, no mejor.
Es malo, pues te impide profundizar, fomenta la memorización a corto plazo y genera una ansiedad brutal que bloquea a tu cerebro.
Cómo corregirlo:
- Divide y vencerás: trocea las tareas grandes en mini tareas. Es más fácil empezar algo pequeño.
- La regla de los 5 minutos: comprométete a trabajar solo 5 minutos en algo que no te apetece. ¡La mayoría de las veces, una vez que empiezas, sigues!
- Planifica con antelación: crea un horario de estudio realista que incluya descansos. Saber qué hacer cada día reduce la tentación de posponer.
2. El estudio pasivo
Leer y subrayar sin comprometerse.
Simplemente leer los apuntes o el libro una y otra vez, o subrayar frases enteras sin realmente entender ni procesar la información.
Es como ver una película sin prestar atención a la trama. ¿La has visto?, si. ¿Sabes de qué va?, no.
Tu cerebro necesita interactuar con la información para retenerla. La lectura pasiva da una falsa sensación de conocimiento.
Cómo corregirlo:
- Pregúntate y explica: al terminar un párrafo, pregúntate «¿Qué acabo de leer?» y trata de explicarlo en voz alta con tus propias palabras.
- Práctica con tests: ponte a prueba constantemente con ejercicios, preguntas de exámenes antiguos, flashcards… La recuperación activa es clave.
- Crea esquemas y mapas mentales: organiza la información de forma visual, conectando ideas y conceptos.
3. Las distracciones digitales
Tener el móvil cerca mientras estudias, con notificaciones activadas, y caer constantemente en la tentación de revisar redes sociales, mensajes o vídeos.
Cada interrupción rompe tu concentración y hace que tu cerebro tarde minutos (¡o más!) en volver a enfocarse. Lo que debería llevar 1 horas te lleva 2.
Cómo corregirlo:
- Modo avión o fuera de la vista: simplemente, guarda el móvil en otra habitación o ponlo en modo avión durante tus bloques de estudio.
- Apps de productividad: usa aplicaciones que bloqueen distracciones por un tiempo determinado.
- Descansos programados: permítete revisar el móvil en tus descansos, así lo conviertes en una recompensa.
4. Estudiar de memoria pura
No somos loros…
Intentar memorizar datos, fórmulas o definiciones sin entender el concepto detrás de ellos. Recitar como un loro sin saber realmente lo que estás diciendo.
Si te cambian una palabra en la pregunta o te piden aplicar el concepto, te quedas en blanco. La información se olvida rápidamente y no puedes usarla para resolver problemas.
Cómo corregirlo:
- Relaciona y ejemplifica: conecta los nuevos conceptos con lo que ya sabes. Busca ejemplos reales o inventa los tuyos.
- ¿Por qué? y ¿Cómo?: pregúntate constantemente «por qué funciona esto así» y «cómo se aplica».
- Enseña a otros: si puedes explicar un tema a alguien más (un amigo, tu padre, tu hermano), es que lo has comprendido de verdad.
5. El maratón de estudio
Estudiar durante horas y horas sin hacer pausas, creyendo que así se aprovecha más el tiempo.
Tu cerebro no es una máquina inagotable. La concentración disminuye drásticamente, la retención baja y el cansancio extremo puede llevar al bloqueo mental o al agotamiento.
Cómo corregirlo:
- Técnica pomodoro: estudia intensamente durante 25 minutos y descansa 5 y repite el ciclo las veces que quieras.
- Descansos activos: levántate, estírate, camina un poco, bebe agua y despeja la mente para volver con energía.
- Respeta tus horas de sueño: dormir lo suficiente es crucial para la consolidación de la memoria.
Tu camino hacia un estudio eficaz con Personal Campus
Identificar estos malos hábitos es el primer paso. Corregirlos es el segundo. En Personal Campus, no solo te damos el temario: te ayudamos a construir hábitos de estudio sólidos y eficaces que te servirán no solo para los exámenes finales y la Selectividad, ¡sino para toda tu vida académica!
Nuestras clases de repaso online personalizadas y nuestros cursos intensivos te ofrecen la guía de profesores expertos que te enseñarán no solo QUÉ estudiar, sino CÓMO hacerlo de la manera más inteligente.
¿Listo para transformar tu estudio y asegurar esa nota perfecta?
¡Deja atrás los malos hábitos y abraza el éxito!

Edu Aguirán
Periodista y Comunicador Audiovisual